La semana ocho fue una fiesta. El seminario internacional, las muestras, los concursos, los conciertos, los partidos de fútbol y vóley construyeron un ambiente de integración y alegría. Después de dos años de vernos solo a través de pantallas, La Facu volvió a vibrar.
Escribe: Alessa Basso Valladares
La semana ocho estuvo repleta de actividades que disfrutamos riendo, bailando y aprendiendo. Más que una celebración, los 50 años de La Facu fueron una fiesta de reencuentro. Volver a festejar juntos, después de los duros momentos vividos, le dieron otra dimensión a estos días maravillosos e intensos. Era la única forma de homenajear a la mejor Facultad de Comunicación del país, y de inflar el pecho porque somos parte de ella. Aquí un breve recuento de estas jornadas que difícilmente podremos olvidar.
“50 años de Comunicación, 50 años de Formación, 50 años de Innovación”
Lunes por la mañana. Hay apuro, miradas nerviosas, ruido, cierta duda. Todo se está ordenando para que el Centro Cultural de la Universidad de Lima abra sus puertas para la exposición que muestra el recorrido de La Facu en las últimas cinco décadas. Nuestra casa de estudios es pionera en la enseñanza de la comunicación y el objetivo del evento es mostrar cómo hemos ido creciendo con el pasar de los años.
Los viejos equipos audiovisuales usados en los primeros años, la primera edición de “Nexos” y videos con testimonios de queridos exalumnos son algunos de los elementos que forman parte de la muestra, la cual seguirá abierta hasta el 10 de diciembre. “En esta exposición se hace un recorrido por toda nuestra trayectoria, nos detenemos en algunos momentos que han marcado la vida de la Facultad y, sobre todo, vemos el camino trazado en estas cinco décadas”, dijo Alejandra Jaurégui, coordinadora del evento, en la inauguración.
Ver a viejos y entrañables profesores y a egresados que volvían después de años a La Facu, junto con nuevos estudiantes y docentes, fue más que emocionante. El ‘Diablo’ Zamalloa, Vïctor Torres, Fernando Ruiz y tantos gestores de generaciones de estudiantes estuvieron entre los presentes. “Esta exposición es una manera de recordar los años de estudiante, ver toda la historia, a los profesores, a los equipos y cómo trabajábamos antes. Acá hay docentes que me enseñaron en los años ochenta, y eso es muy grato porque aún existe ese apego por la Universidad y por la Facultad”, dijo el decano de La Facu, Juan Carlos García, conocido por todos como ‘Chicho’.
“Puentes para la Comunicación”
Los 50 años de La Facu fueron también una oportunidad para el aprendizaje y el diálogo. El seminario internacional “Puentes para la Comunicación” amplió nuestra perspectiva sobre la carrera y sus herramientas, así como los enormes desafíos y oportunidades que se nos presentan.
El primer día del seminario culminó con un cóctel que permitió a alumnos y docentes compartir momentos como si fueran amigos de toda la vida. Sobraron las risas y los abrazos, y al compás de la música, no faltaron quienes se animaron a dar unos pasitos. Fue el preludio de cuatro exitosos días expresados en las 1.200 personas que noche a noche llenaron el Zum. “El seminario ‘Puentes para la Comunicación’ ha sido una experiencia inolvidable; en estos días hemos tenido la oportunidad de conocer diferentes perspectivas sobre la comunicación, para inspirarnos más en las ideas que tenemos y, sobre todo, sentir esa libertad creativa que tenemos dentro”, comenta Eric Huamanaí, estudiante de noveno ciclo.
Los ‘todoterreno’
Entre tanta celebración, un concurso dejó huella. Luego de varias semanas de preparación, nueve finalistas presentaron sus proyectos en “Creaciones Todoterreno”. Ellos fueron: “Eritrocito Ñam”, “Ñam; Lechu de muerte”, “El alimento derramado: La cantidad abismal de agua que se pierde entre nuestras sobras”, “Vida y muerte de una papaya”, “Que no vaya al tacho”, “Degusta primero, luego juzga”, “Barriga llena, corazón contento”, “Detrás de la bolsa” y “Destino culinario”, fueron los ingeniosos nombres de estos grupos que derrocharon creatividad.
Todos desarrollaron un proyecto social relacionado al tema de la alimentación, el cual fue exhibido durante la semana ocho en el parque central. Ahí, además, los asistentes participaron en juegos, degustaron productos y escucharon de boca de los autores de los proyectos en qué consistían sus trabajos.
El ganador fue “Que no vaya al tacho”, idea impulsada por César Guarniz, Nadia Salomón, Allison Cornejo y Raúl Ríos. “Estamos orgullosos de haber presentado un proyecto relevante en torno a un tema tan amplio como es el desperdicio de alimentos. La segunda etapa del concurso, la creación del stand, fue la parte que más disfrutamos. Tuvimos la oportunidad de levantar una instalación en la que se lucieron las piezas de nuestra campaña, lo que nos permitió lograr que el mensaje de estas llegue tanto a docentes como a compañeros de la Universidad”, menciona Nadia.
No fueron las únicas actividades que se desarrollaron estos días. Hubo más charlas, conciertos de música y campeonatos deportivos. Pero más allá de ello, fue la oportunidad propicia para volver a reunirnos, abrazarnos y demostrar que la creatividad es una marca registrada de La Facu. Y por eso, estamos muy orgullosos de pertenecer a ella.
