Fiorella Lama: “Encontré en el arte una manera de decirle al mundo ‘aquí estoy’ y prevalecer en la memoria de las personas”

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Ilustración tras ilustración, la docente de La Facu hizo de esta actividad artística algo que le permite perdurar en los corazones de quienes observan sus trabajos. Sus obras, tan personales como únicas, encuentran en la comunicación la clave de la inmortalidad de sus mensajes.

Fotos: @fiorella_lama_art / Composición: Habla Comunicación

Por: Julio Andía

Destacar en el ámbito profesional no suele ser fácil. Convertirse en un especialista requiere de práctica y esfuerzo. La versatilidad y dedicación de Fiorella Lama le han permitido destacar en diversos campos del arte, la comunicación y la publicidad. La docencia, un desafío gratificante, se convirtió en una extensión de aquello que más ama: ayudar e influir positivamente en los demás.

Estudiaste odontología. ¿De dónde surgió tu interés por la comunicación?

Estudié odontología dos años. Lo hice pensando en la seguridad que me podía dar. Es algo que nos suele pasar a todos. Normalmente las decisiones que tomamos están ligadas a qué tanta tranquilidad puede generarnos en el futuro. No creo que haber cambiado de carrera haya sido un error, sino un aprendizaje. El éxito es relativo, solo logras mejorar cuando repites constantemente aquello que te hace feliz. Eso es lo que descubrí con la comunicación. 

Además de ser docente y publicista, hoy tu vida está bastante ligada al arte. ¿Alguna vez fue una opción estudiarlo?

He llevado cursos, pero para mí el arte es comunicar, la carrera de Comunicación conlleva esta parte artística. Mi trayectoria en este rubro nace netamente de la experiencia y de la pandemia por el COVID-19. Durante el confinamiento entendí que no hay que retrasar lo que nos apasiona. A veces nos detenemos por las opiniones o por las comparaciones que el resto pueda hacer. Después de la crisis sanitaria me di cuenta de que había interrumpido mis ganas de mostrar mi arte solo porque pensaba que otros eran mejores que yo. Comprendí que, al ser una expresión individual, es única y, por ende, no tiene comparación. He aprendido que es importante atreverse a hacer lo que a uno le apasiona, incluso sabiendo que puede no gustarle a alguien. Descubrí que quería expresarle muchas cosas al mundo. Encontré en el arte una manera de decir “aquí estoy” y prevalecer en la memoria de las personas. Es una forma de volverse inmortal.

 ¿Entonces buscas la inmortalidad?

Sí, porque la gente se queda con el mensaje que estás transmitiendo a través del color, del arte, de la historia, de la composición. Basta con que una sola persona se sienta identificada con lo que haces para quedar en la memoria del otro. Al final, no nos vamos de esta vida con los títulos o con la ropa, sino con las cosas que hicimos por otros y cómo lo vivimos intensamente.

Eres publicista, docente, artista y creadora de contenido, una mujer multifacética. ¿Cómo definirías a Fiorella Lama?

Estoy estudiando mi tercera maestría. Las dos primeras están ligadas a la publicidad, mientras que la última a la psicología. Sin embargo, pienso que las personas somos más que solo el título. Nos sentimos más ubicadas y valoradas en el mundo cuando la gente te aprecia por lo que entregas y por lo que eres. Soy alguien que se cuestiona constantemente, lo que me lleva a estar todo el tiempo experimentando cosas nuevas. Me considero bastante existencial. Mucha gente intenta aparentar que es perfecta, yo no lo soy. A diario me pregunto si lo que hago vale la pena, y hay momentos en los que siento que no. Justamente en esos días es cuando encuentro la motivación para intentar hacer algo diferente.

Eres una persona bastante inspiradora. Esto se refleja en que varios de tus estudiantes suelen grabar TikToks durante tus clases, capturando mensajes sumamente emotivos. ¿Cómo afrontas esa responsabilidad?

Debido a mi forma de ser tan intensa, soy bastante introspectiva y tímida, por lo que las actividades sociales siempre me han generado mucho nerviosismo. Aun así, siempre he dejado que mis alumnos sean libres en clase ya que uno de los retos que me propongo es ganarle a sus celulares. Nunca los obligo a apagarlos. Mi meta es que me presten más atención a mí que a sus teléfonos porque significa que le gané a sus redes sociales. No importa cuánto dinero ganas, sino el valor intangible de sentir que has ayudado a alguien. Entonces, al final, veo en Instagram o en TikTok que grabaron una pequeña parte de mi clase y digo “sí, hice algo por esa persona”. Independientemente de los títulos y de los roles que pueda tener, es algo que me llena mucho.

¿Qué consejo le darías a tus alumnos que te admiran y que buscan labrar su propio camino, ya sea en el mundo de la publicidad o del arte?

No hay ni grado universitario ni maestría que te quite el miedo. A veces solemos delegar en el tiempo lo que queremos lograr porque no nos sentimos capaces de conseguirlo. Decimos “me lanzaré cuando tenga mi título” porque nos da pavor no lograrlo. Es algo que me pasaba frecuentemente antes de la pandemia. El mejor consejo que les puedo dar es que no esperen a que el miedo desaparezca porque no sucederá. Es parte de lo que somos. En medio del intento de cuidarnos y de no salir lastimados, terminamos sobreviviendo, pero no viviendo. Hacerlo implica el riesgo de que, en ocasiones, las cosas salgan mal y acabes herido. Aceptarlo con valentía es lo que le va a ganar a ese sentimiento. Sin embargo, este temor debe existir para tener el impulso de verlo de frente y atreverte.

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